Adaptación al español del original inglés por Michael Thallium. Si deseas leer el original en inglés, visita: The Joys of Teaching de Amit Nagpal. “Moving up from good to great” (Ascender de lo bueno a lo grande) es una columna mensual sobre cómo llegar a ser un gran ser humano y ofrece dos opiniones sobre el tema desde oriente (Amit Nagpal, en la India) y occidente (Michael Thallium, en España).
LA CONSCIENCIA NOS ENGRANDECE
Opinión de Amit Nagpal
Dado que somos conscientes hasta que morimos, ¿significa esto que somos grandiosos por tener alma o consciencia de estar vivos? No, no es tan sencillo como eso.
Profundizar (o elevar, si se prefiere de ese modo) nuestros niveles de consciencia nos engrandece. Para comenzar este viaje, hemos de comprender los distintos niveles o tipos de consciencia. Puede que las distintas escuelas de pensamiento tengan diferentes opiniones al respecto pero el quid de la cuestión es muy parecido. Tomemos, por ejemplo, dos escuelas o filosofías fáciles de comprender, a saber: David R. Hawkins (niveles de consciencia) y el budismo de Nichiren Daishonin (tipos de consciencia).
David R. Hawkins, en su libro El poder contra la fuerza habla de una jerarquía de los niveles de la consciencia humana. Uno también puede averiguar cuál es su nivel de consciencia según sea su situación vital actual. De abajo a arriba, los niveles de consciencia son: vergüenza, culpa, apatía, tristeza, sufrimiento, deseo, ira, orgullo, coraje, neutralidad, voluntad, aceptación, razón, amor, alegría, paz, iluminación. Aunque cambiamos de un estado a otro, normalmente hay un estado predominante en el que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo.
El “coraje” es el primer nivel positivo y si estás leyendo este artículo, al menos debes de estar en este nivel porque aspiras al crecimiento personal. Te haces disciplinado y comienzas a buscar el aumento de la productividad cuando alcanzas el nivel de la “voluntad”. Aceptas la responsabilidad de tu papel en el mundo cuando alcanzas el nivel de “aceptación” y despiertas al propóstito de tu vida cuando alcanzas el nivel del “amor”.
Eckhart Tolle describe el poder de la consciencia de la alegría en El poder del ahora. Estar alrededor de personas en este nivel te hace sentirte extasiado. La sincronicidad y la intuición guían a la persona que se encuentra en este nivel. No hay necesidad de objetivos y planes dado que uno funciona a un nivel mucho más elevado. Después están los niveles de “paz” e “iluminación” que solo alcanzan personas como Jesús, Buda, Krisná, Gurú Nanak y Mahoma. Para una descripción más detallada, te sugiero que visites el blog de Steve Pavlina.
El budismo Nichiren (originario de Japón y auspiciado por Soka Gakkai International) habla de nueve tipos de consciencia. Los primeros cinco tipos se corresponden con los cinco sentidos, a saber, vista, oído, alfato, gusto y tacto. La sexta consciencia integra la información recibida por los cinco sentidos para dar sentido al mundo. La séptima consciencia nos capacita para hacer juicios morales y de valor y, aunque Shakespeare dijera que no existe nada bueno ni malo, que es el pensamiento humano el que lo hace, lo cierto es que nos seguimos queriendo decidir lo que es bueno y malo para nosotros, nuestras familias y nuestra sociedad.
La octava consciencia se encuentra por debajo del nivel de pensamiento consciente. Todas las experiencias de tiempos vitales pasados y presentes se almacenan allí y esta consciencia solo da el marco de nuestra existencia individual. Es parecido a lo que llamamos mente subconsciente. Nuestros hábitos, lo que nos gusta o disgusta, talentos, fuerzas y debilidades, todos ellos surgen de la octava consciencia.
La novena consciencia es la que reside más profundamente y es la propia esencia de la vida. Esta consciencia es pura fuerza vital y, por ende, nos sirve para purificar todos los demás tipos de consciencias. Esta es parecida a la consciencia del alma. Con la meditación o las salmodias u otras prácticas espirituales, podemos tocar esta fuerza vital. Una vez que somos capaces de tocarla, nos hacemos más conscientes ya que nuestros sentidos se hacen más perceptivos. Desarrollamos un modo de pensar más claro, lo cual mejora la toma de decisiones.
Es entonces cuando comienza el dulce viaje de la creatividad, de la alegría, la sabiduría, la intuición, la conciencia y, de hecho, un punto de éxtasis y unicidad, donde ninguna de estas importa.
LA CONSCIENCIA NOS ENGRANDECE
Opinión de Michael Thallium
Consciencia… no está nada mal para una simple palabra, pero ¿qué es la consciencia? Como dijo Daniel Dennet allá por 2003 cuando citaba el libro de Lee Siegel Net Of Magic, Wonders And Deceptions in India (”Red de magia, milagros y engaños en la India”). Lee Siegel es un catedrático y experto en la magia callejera de la India:
“Estoy escribiendo un libro sobre magia” – explico, y me preguntan -: “¿Magia de verdad?” – Por ‘magia de verdad’ la gente se refiere a milagros, actos prodigiosos y poderes sobrenaturales. “No”, contesto: “Ilusiones y trucos, no magia de verdad”. La magia de verdad, en otras palabras, se refiere a una magia que no es real, mientras que la magia que es real, la que realmente se puede hacer, no es magia de verdad.
Cambia la palabra “magia” por “consciencia” y ahí lo tienes. Con esta metáfora, Daniel Dennet quería decir que la consciencia es algo que puede explicarse, no es nada mágico.
Si buscamos una definición en los diccionarios, quizás encontremos algo del estilo a “estado en el que uno tiene una percepción inmediata de sí mismo y de su entorno”. En el artículo La música nos engrandece, hice referencia a un fantástico libro de Antonio Damasio titulado Y el cerebro creó al hombre. Si de veras quieres saber un poquitín más acerca de la consciencia según la neurociencia, esta es una excelente lectura. Damasio también escribió un poema sobre la consciencia que a su vez inspiró una obra musical compuesta por Bruce Adolphe e interpretada por Yo-Yo Ma. La consciencia es un estado mental en el que uno tiene conocimiento de su propia existencia y de su entorno. Dicho de otro modo: si no hay mente no hay consciencia. Y aquí tiene un papel muy importante la memoria. ¿Podemos ser conscientes sin memoria? Bueno, hay un caso de amnesia bastante famoso. Clive Wearing era un afamado director de orquesta hasta que un día un virus le atacó al cerebro y destruyó la mayor parte de su memoria. Clive Wearing vive atrapado en el presente y no es consciente de lo que le rodea. Vive sin consciencia:
Aunque como seres humanos tenemos consciencia, nos pasamos la mayor parte del tiempo sin ser conscientes de nosotros mismos ni de lo que nos rodea. Parece que vivimos con el “piloto automático” puesto todo el rato. Por supuesto, este piloto automático” tiene muchas ventajas: no puedo pensar en una vida en la que sea consciente al 100%, consciente de la respiración, de las reacciones químicas internas, del latido del corazón, de las toneladas de información que entra por los sentidos a diario… Sin embargo, este “piloto automático” tiene también algunas desventajas: cuando no somos conscientes de nosotros mismos y de nuestro entorno, perdemos una oportunidad de desarrollar nuestra grandeza.
Durante los dos últimos meses he estado escuchando distintas grabaciones binaurales basadas, en los trabajos de Robert Monroe, para meditar y aumentar la consciencia. No puedo decir que mi vida haya cambiado sustancialmente ni tampoco puedo recomendar a otras personas que hagan lo mismo que yo, pues no he obtenido ningún resultado “claro” todavía. Sin embargo, como dice mi amigo Amit Nagpal: “La meditación es una práctica para encontrar la paz perfecta para aquellos que han encontrado ya la paz. Tendemos a poner expectativas poco razonables en la meditación y fallamos en hacer un cambio de actitud, que es un prerrequisito para la meditación.” En cualquier caso, ¡la meditación no te hará ningún daño!
Hay otro aspecto que quisiera mencionar. Hasta el momento, he estado hablando de la consciencia personal, pero ¿qué pasa con la consciencia transpersonal? El neurocientífico chileno Francisco Valera lo explicaba muy claramente:
Así pues, ¿no resulta grandioso que tengamos una consciencia para compartir nuestra grandeza mundialmente?