Es el primero en España. Es la primera vez que la agrupación más clásica de la música clásica tiene un concurso internacional en nuestro país: el cuarteto de cuerda, las cuatro voces instrumentales por excelencia. Hace ya más de cuatrocientos años que Miguel de Cervantes comenzó su Quijote no queriéndose acordar del nombre de un lugar de la Mancha. Hoy, sin embargo, 415 años después de la publicación de la primera parte del Quijote, ruego al lector que se acuerde del nombre de este otro lugar: Mancha Real. Señoras y señores, ¡ha nacido el I Concurso Internacional de cuarteto de cuerda «Villa de Mancha Real»! ¡No se confundan! Mancha Real no es una villa castellana, sino andaluza, por mucho que sus paisanos se llamen «manchegos» o «mancharrealeños». Nuestro libro comenzaría así: «En un lugar de Andalucía, de cuyo nombre siempre querré acordarme, no ha mucho que su alcaldesa se empeñó en demostrar al mundo que en la Villa de Mancha Real hay talento, hospitalidad y futuro. Tierra de músicos y olivares, surgida de una ‘mancha’ de pinos y ‘real’ porque por allí pasó algún día un rey encontrando solaz y pitanza, aquella Manchuela de Jaén es hoy villa real de cuyo seno surgirán los más reales cuartetos de cuerda, los mejores sonidos, las melodías más bellas».
El lunes 20 de enero, Maria del Mar Dávila, la alcaldesa de Mancha Real, viajó a Madrid para presentar oficialmente el I Concurso internacional de cuarteto de cuerda «Villa de Mancha Real». Junto a ella se encontraba el maestro Cristóbal Soler, quien también había viajado desde Valencia para presentarlo. ¿Será esta empresa una quijotada del siglo XXI? El lugar elegido fue la Sala Manuel de Falla, un andaluz internacional, del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Eran las cinco de la tarde, las cinco en punto de la tarde. Muy poca gente, poquísima. Cuatro gatos, diría un castizo. El maestro Soler expresa con tristeza su decepción al subdirector del conservatorio —quien también parece haberse enterado de la convocatoria en el último minuto para hacer mero acto de presencia— por la falta de difusión de la noticia entre los profesores y alumnos del conservatorio, lugar en el que se supone que se forman los futuros abanderados de la música en España y quienes, sin duda, se beneficiarán de un concurso único en nuestro país. ¿Será esa una señal de lo arduo, de lo «quijotesco» de esta atrevida y hermosa empresa? ¡No importa! La alcaldesa y el maestro no se arredran y, con el entusiasmo de quien es sabedor de que al bebé hay que mimarlo desde que está en el vientre progenitor, proceden a la presentación de este nuevo concurso en España.
La alcaldesa de Mancha Real, quien cuenta maravillas de la hospitalidad de sus paisanos, repasa brevemente la historia y virtudes de esta villa andaluza, cercana a Jaén, de poco más de 11.000 habitantes: aparte de su gran tradición musical y de sus Fallas —sí, lo han oído bien, Fallas que llevan ya 39 años celebrándose—, Maria del Mar Dávila habla con orgullo y entusiasmo de los típicos «andrajos», ese guiso con masa de harina, de los dulces «papajotes» de Semana Santa, del «risor», ese aguardiente de café con nombre risueño, del exquisito aceite de Mancha Real, de la próspera industria maderera y del mueble —Mancha Real tiene, por cierto, uno de los niveles de desempleo más bajos de toda España. La alcaldesa tampoco puede dejar de mencionar la Iglesia de San Juan Evangelista, símbolo de esta villa, y nos desvela también un plan futuro que probablemente esté ligado a las futuras ediciones del Concurso internacional de cuarteto de cuerda: la conversión del convento carmelita fundado por San Juan de la Cruz —autor de músicas calladas y sonoras soledades— en teatro municipal. ¿Será la sede de este nuevo concurso? Ojalá así sea.
Por su parte, Cristóbal Soler cuenta que le gusta estar cerca de los músicos jóvenes, porque le aportan mucho. No en vano es el director que más colabora con la JONDE. Al hilo de este nuevo concurso de cuarteto de cuerda, el maestro Soler afirma que «el nivel individual de los músicos en España es excelente. Sin embargo, no hay tantos concursos de música de cámara. Creo que el secreto de una buena formación musical es dominar el instrumento con la capacidad de escuchar. Uno es buen músico cuando es capaz de dominar el instrumento mientras escucha. La solución está en la música de cámara. Y el cuarteto de cuerda es la reina de la música de cámara. No hay un concurso así. Y es algo tan necesario…»
El I Concurso internacional de cuarteto de cuerda «Villa de Mancha Real» se celebrará los días 3, 4 y 5 de julio de 2020, mes musical donde los haya para esta villa, pues coincide con Julio clásico, unos conciertos que se celebran todos los viernes de julio en la plaza del pueblo. En el concurso podrán participar cuartetos de cuerda de cualquier nacionalidad siempre que al comenzar las pruebas del concurso, la edad de sus miembros no supere los 35 o sea inferior a 18 años, ambas edades incluidas. Para esta convocatoria, el importe del primer premio será de 3.000 €; 2.000 € y 1.000 € para el segundo y tercer premio respectivamente. El periodo de inscripción será del 1 de febrero hasta el 31 de mayo de 2020. Dado que en 2020 se celebran los 250 años del nacimiento de Beethoven, la obra obligada para los concursantes será el Cuarteto en fa mayor n.º 1 opus 18 del gran compositor alemán. Las bases del concurso se pueden consultar en la web del Ayuntamiento de Mancha Real: https://www.manchareal.es
Aunque tradicionalmente el cuarteto de cuerda sea centroeuropeo —fue allí donde nació—, impulsarlo es impulsar la música de verdad. A todos nos toca apoyar este tipo de iniciativas para poder decir algún día que de España surgen no solo extraordinarios músicos a título individual, sino que es cuna también de los mejores cuartetos de cuerda. Los mancharrealeños mimarán a su bebé y entre todos le abriremos camino en tierra de músicos.
Michael Thallium
Global & Greatness Coach
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Preciosa presentación a una gran iniciativa.
Muchas gracias por su comentario, Carmen.