“No puedo expresar la alegría que siento cuando comienzo a escribir música de cámara -la alegría con la que dirijo las cuatro voces… Uno se siente como en casa en un cuarteto, íntimo, feliz. Fuera está lloviendo y cae la noche, pero las cuatro voces no prestan atención; son independientes, libres -hacen lo que les place y aún así hacen un armonioso conjunto, crean algo, como una nueva entidad, una nueva y bases y un todo armónico; hago hincapié en esto, pues es tan raro en esta época en este mundo.”
Con estás palabras, Bohuslav Martinu (1890-1959) nos introduce en el ecléctico mundo de sus seis cuartetos de cuerda. No puedo decir que sea un gran conocedor de la música de Martinu. Mi breve relación con su música comenzó hará unos dos años cuando compré un cedé con sus sinfonías números 5 (H310) y 6 (H343) y las Invenciones (H234) interpretadas por la Orquesta Filarmónica Checa dirigida por Václac Neumann para el sello Supraphon. Sin embargo, he de confesar que no era esa mi primera opción. En realidad quería comprar un cedé con los cuartetos para cuerda, pero, no había quien los encontrara -cosa extraña- en la tienda que suelo frecuentar en Madrid: La Quinta de Mahler. Así que me decanté por ese cedé y, entonces, dos años más tarde, en la misma tienda, mientras echaba un vistazo a otros cedés, di con una grabación de la integral de los cuartetos para cuerda interpretados por el Cuarteto Panocha. No me lo pensé ni un segundo; lo compré, porque esa grabación del Cuarteto Panocha está muy bien considerada entre muchos de los conocedores de la música de Martinu.
En los dos últimos días, he escuchado los seis cuartetos solo una vez. Y puedo decir que empecé a engancharme con la música de Martinu a partir del segundo cuarteto. Por alguna razón, los números 3, 4, 5 y 6 me resultaron más atrayentes para mis oídos. Eso no implica que no me gusten los dos primeros cuartetos. Cierto es que el primero de ellos, el conocido como Cuarteto francés debido a la influencia de Debussy y Ravel sobre Martinu, es el que menos me gusta, aunque eso solo tiene que ver, supongo, con mi gusto personal. No soy muy forofo de la música de Debussy. El cuarteto n.º 2 fue el que cambió las reglas de juego para Martinu y creo que uno lo nota cuando escucha la integral de los cuartetos.
Bohuslav Martinu escribió casi 400 obras. Fue un compositor prolífico, pero sigue siendo desconocido para la mayoría de personas. Y estoy convencido de que entre todas sus obras habrá obras maestras de las que podamos disfrutar. Por eso decidí escribir este breve artículo: para animarte a que descubras la música de Martinu, sobre todo si aún no la conoces.
Michael Thallium
Global & Greatness Coach
Reserva tu proceso de coaching aquí
También puedes encontrarme y conectar conmigo en:
Facebook Michael Thallium y Twitter Michael Thallium