Supón que puedes dejar un mensaje para la posteridad y que nuestros descendientes lo oigan o lean dentro de 1.000 años. ¿Qué crees que merece la pena decir a esa generación futura sobre la vida que has vivido y sobre lo que has aprendido de ella?
Rememorando a un pensador británico del siglo XX, Bertrand Russel, voy a decir dos cosas, una intelectual y otra moral. A esa generación futura le diría lo siguiente: cuando estudies o consideres cualquier materia o asunto, pregúntate cuáles son los hechos y cuál es la verdad que esos hechos evidencian. Jamás te dejes engañar por lo que te gustaría creer o por lo que tú creas que podría tener efectos benéficos para la sociedad si se creyera en ello. Antes bien, fíjate única y exclusivamente en los hechos. Esto es lo que diría a esa generación futura desde el punto de vista intelectual.
En cuanto a lo moral, lo que quisiera transmitirles es bien sencillo: el amor es sabio; el odio, necio. En un mundo tan interconectado e intrincado, tenemos que aprender a tolerarnos unos a otros. Tenemos que aprender a aguantar que haya personas que digan cosas que no nos gusten. Solo así podremos vivir juntos. Si hemos de vivir juntos y no perecer juntos, debemos aprender y practicar valores como la caridad y la tolerancia que son absolutamente vitales para que la vida humana continúe en este planeta. Y añadiría algo más, al expresar lo que piensas, procede con tanta firmeza como flexibilidad.
Fotografía del vídeo por Beku Marniè https://m.flickr.com/#/photos/bekumarnie/
Michael Thallium
Global & Greatness Coach
Reserva tu proceso de coaching aquí
También puedes encontrarme y conectar conmigo en:
Facebook Michael Thallium y Twitter Michael Thallium